Se ignora la fecha exacta en la que surge este núcleo de población, desde 1801 dependiente de Olivenza, pero antes de esa fecha aldea de la vecina Juromenha, en la margen derecha del río guadiana. La mayor parte de las fincas de sus alrededores (El Lobato, Valongo, Fonte Branca, Cascaes…) fueron propiedad de la Casa de Bragança y otras familias nobles portuguesas. La patrona de la aldea es Nuestra Señora de la Asunción, venerada en una pequeña iglesia con bóveda de cañón y nave de dos cuerpos.