Primer obispo de Ceuta, con residencia en Olivenza (1513 – 1532). Nació en Coimbra de familia noble, graduándose en su Universidad por ambos derechos. Magistrado de la Casa da Suplicação – especie de Tribunal Supremo – ingresó como novicio en el Convento de San Francisco de Alemquer. Nombrado confesor de las clarisas del Jesús de Setúbal, allí le conocio el rey D. Manuel, siendo elegido superior de los franciscanos que acompañaron a Cabral en su viaje de descubrimiento del Brasil. Por este motivo se le tiene, con justicia, como el primer evangelizador de aquellas tierras. Herido en Calcuta, estuvo a punto de perder la vida.

     Al regresar a Lisboa, después de un accidentado viaje, fue nombrado confesor del rey. En los años siguientes le vemos como embajador personal de D. Manuel junto a la Corte de Inglaterra y de los Reyes Católicos. Nombrado obispo de Ceuta en 1506, fijó su residencia en Olivenza, cuyas tierras pertenecían entonces al obispado de aquel enclave portugués en África. Esta decisión suya implicó la construcción de un palacio episcopal – cuyos muros aún se conservan – y un templo acorde con su dignidad – la iglesia de la Magdalena, réplica majestuosa del Convento de Jesús de Setúbal.-

     Precoz perseguidor de los judíos, antes de que la Inquisición estuviese oficialmente establecida en Portugal, Fr. Enrique de Coimbra, todo un personaje de su siglo, murió en Olivenza el 14 de septiembre de 1532. Sus restos descansan en la cuasi catedral que no pudo ver terminada en vida.